Hablábamos ayer del futuro de las grandes ciudades y del Metro en Sevilla o del tranvía en Zaragoza. Ahora nos llega China con un invento del que ya conocíamos algo, que es un tranvía sin raíles metálicos, que circula por unas vías virtuales marcadas en la calzada, desarrollado todo en China y que se está probando en la ciudad de Zhuzhou, con casi 4 millones de habitantes entre su núcleo urbano y su área metropolitana.
Las ventajas son claras. Por una parte una inversión mucho menor que el Metro, menor que el tranvía también. Por otra su alta velocidad, su modo eléctrico de funcionamiento, con una velocidad máxima de 70 km/h y una autonomía de 25 minutos de recorrido por cada 10 minutos de carga de baterías desde el suelo.
Adaptado ya con sensores y sistemas de seguridad para poderse emplear en un futuro cercano sin conductor (ya funciona si se quiere sin la conducción atenta de una persona), este sistema con prioridad sobre el resto del tráfico, se prevé en funcionamiento total en algunas ciudades de China para el año 2020.
La modificación de sus trayectos programados es muy sencilla pues depende del sistema virtual de circulación sobre ordenador que disponga la zona del recorrido, pudiendo modificar casi como un autobús de línea su trayecto, para evitar atascos, obras o accidentes.