Cuando una víctima de violación es sometida a una nueva violencia: la desfachatez de la mentira de los animales y su entorno.
No han tenido suficiente con violarla ahora además la someten al escarnio de tener que soportar la crueldad de la duda.
El entorno de los acusados arremete contra ella con las típicas expresiones: ella les provocó, ella lo fue buscando... Incluso su retorcida mente llega a decir: ella disfrutó más que yo.
La perversión del sistema hace que la víctima se encuentre en la tesitura de tener que demostrar que está diciendo la verdad.
Por todo esto, y mucho más, se ha creado esta imagen que vemos arriba, con la intención de viralizarla y que sirva como muestra de apoyo ante la chica que está siendo juzgada por rehacer su vida, y a todas esas mujeres violadas en su vida, denuncien o no, valientes que tienen que sufrir la humillación pública.
Agradecería difusión
Luis Torres