Era 1956 cuando en Zaragoza se aprobaba la creación de un nuevo polígono industrial a la afueras de la ciudad. Se realizaron diversos proyectos hasta salir ganador el del ingeniero industrial Juan Gómez Hernández, dando detalles en el proyecto ganador de todo tipo de servicios y consumos para que aquel nuevo foco industrial fuera un éxito moderno, con análisis del consumo de gas, electricidad y agua limpia y sucia, para lo que entonces se contemplaba como una nueva zona urbana a 8 kilómetros de Zaragoza y que crecería hasta los 60.000 habitantes, llamados por la nueva zona industrial.
El lugar elegido era La Cartuja Baja, que efectivamente nunca logró alcanzar esa cantidad de habitantes, de los que se pensaba iban a ser unos 20.000 trabajadores de la zona y otros 40.000 entre familiares y empresas de servicios añadidos a La Cartuja. Iba a ser considerada como la Primera y más importante Zona Industrial de España, otro error táctico. ¿Por qué nos equivocamos siempre a la baja, en este tipo de proyectos con Aragón?
En aquel abril de 1956 se hizo una presentación del proyecto, con todo lujo de detalles técnicos, copiados de actuaciones similares ya realizados en Barcelona, pero en menor medida. Mucho me temo que yo ya sé al final donde fueron a parar aquellos 60.000 nuevos habitantes de La Cartuja Baja que nunca lograron ver en aquellos años 50, el Mejor Polígono Industrial de España.
Julio Puente