Para darnos envidia a todos los zaragozanos me envían desde medio mundo más allá que el nuestro —pues tras Zaragoza sigue existiendo mundo de colores— estas dos imágenes. Johannesburg en morado y un paisaje del Japón más colorista. Y esto me lo mandan para advertirme de que el cierzo, maldito cierzo, se nos llevaría las hojas y no nos dejaría ver el bosque de colores. A lo que raudo les he respondido a todos ellos que mentira, que aquí en Zaragoza preferimos al amigo cierzo que entiende de calidad de vida y no a las malditas nieblas que en cuanto se nos va el cierzo se nos meten de hurtadillas por las rendijas del valle.
Hay zaragozanos en medio mundo. Tanto pesa Zaragoza que ayer sin ir más lejos, ayer el Presidente Nicolás Maduro nos nombró desde Venezuela. Y para darle más énfasis a nuestra Zaragoza, a los pocos minutos y en la misma cadena de televisión el Santi Villa que era ministro en Cataluña volvió a nombrar a Zaragoza.
Fue en ese momento en el que me entró miedo. Dos personas en la tele hablando de Zaragoza en media hora de diferencia es excesivo. Algo está pasando en nuestra Zaragoza. Y no lo he visto venir. Y hoy han vuelto a nombrarnos con el fuerte aire en los telediarios. Para mi que es el cierzo, que los está nublando desde tanta distancia.
Julio Puente