Mi compañero de colegio Manolo Orquín tiene una empresa de rotulación superviviente. Se llama IMACO, allí iré a ver pronto –espero- una impresora 3D…
Como es lector del blog, me hizo un comentario sobre el que yo mismo llevaba tiempo dando vueltas. Acogemos y disfrutamos mucho el arte urbano espontáneo cuando el que tiene mucha calidad, tradición y ha generado empleo en Zaragoza es la rotulación y cartelería industrial.
Tampoco sostengo que sea mejor esta industria en calidad o resultados. Son visiones diferentes que persiguen el mismo objetivo de captar nuestra atención. Y lo hacen, como en el caso del arpa en las alas de los aviones de Ryanair contra fondo verde, los colores de Erín.
O los rótulos de Imaginarium o el inicial de Ibercaja, con el logo-río que representaba muy bien su relación con todo el valle del Ebro.
Efectivamente, Manolo, la rotulación, cartelería de eventos y conciertos, tu trabajo en vehículos… para mí también es arte… y un día será vintage y representativo del sentir de un tiempo. Tanto como pueda ser una Vespa.
Zaragoza, ciudad de impresores, de grandes diseñadores. ¿No eran pequeños carteles los grabados de Goya con su texto explicativo?
Esperemos que algunos de tus diseños amigo Manolo, y esos buenos trabajos no siempre bien reconocidos lleguen a ese feliz resultado y tus descendientes los disfruten. Hoy todo el mundo se cree diseñador porque tiene ordenador y ha leído un libro. Cuidado. Podría ser que pronto todos creyéramos que somos médicos por tener termómetro y haber visto Farmacia de Guardia.
En Zaragoza desde Vítrex se llegaron a hacer todos los rótulos de Europa. Tú sigues esa tradición y por eso te incluimos y a varias de tus propuestas porque han contribuido a que el pequeño y mediano empresario modernice sus servicios desde una propuesta visual.
Lo encabezo con el mío favorito, para contrastar y por mi origen no urbano.
16/11 Luis Iribarren