15.11.17

Reforestación y gasto corriente en Aragón

Inversiones en reforestación con… sí, goteo… en China. Valle del Río Amarillo, cabeceras deforestadas. Obviamente, por desgracia en otros temas chinos conocidos, ningún obstáculo jurídico la allana. Ninguna expropiación envenenada por sentencia sospechosa posterior desviarán recursos para ella a bolsillos de, al final, personas escondidas en sociedades.


Qué mala prensa tiene el gasto corriente para los hombres de negro, para cualquiera de ellos: de nuestro Gobierno de unidad nacional y misser Borrell, de los de azul Europa –tranquilos, prietas las filas-  o del Govern Català, el Estado Federal Aragón ó lo que naciera, que tampoco iría al grano en este punto. Hay trucaje en forma de normativa pública contable mundial, eso sí, que solo “inspira”…


Es un mantra universal que no hace más que joder a las personas, más si cabe donde no quedan y se aplica exclusiva rentabilidad económica en la prestación, no solo de servicios públicos lo que ya es grave pero sabido, sino de iniciativas públicas. Hoy Franco lo tendría de colores para hacer Polos de Desarrollo. Le tendría que pedir permiso al último checo o finés que pasara. Lo mismo le pasaría al impresionante economista Junqueras… -adviértase el uso verbal, tranquilos “a las barricadas”…-


Ayer lo pensaba viendo el programa de Calleja en Albarracín, la puesta en valor del patrimonio y naturaleza.


Parece que jodieron una frontera de una casa para explicar la historia del único moledor de yeso rojo de la histórica ciudad, todo un personaje. Luego ponían la maseta unos especialistas en trabajo vertical, los escaladores del rodeno. Tras ello hicieron un “gato” estofado y una recreación medieval para un comité de designación de pueblos más bonitos del mundo, a la que optaremos con el permiso de las kasbas de Ouarzazat. Pensadlo, nada era inversión ni que los grabaran… ¿o sí, y dieron un singular reconocimiento y tirón a Albarracín? Pues era que sí si lo hacía la Fundación y que no si lo hubiera hecho el Ayuntamiento…


Ello y una noticia oída hoy me han hecho reflexionar acerca del, nuevamente, muy invocado como reproche al PSOE artículo impuesto por Alemania, segunda modificación de la Constitución Española que fue tramitada como un tiro.


Según el mismo, las administraciones aunque sobre no pueden reforzar la Fundación
Santa María de Albarracín, no pueden apoyar a estos nuevos pobladores, tampoco DGA o DPT si le sobran recursos pueden reforzar el siguiente genial invento de Soro: la convocatoria de subvenciones de rehabilitación de viviendas, que ya hacía DPH y que contribuirá a que se pueda soslayar el principal problema para un nuevo morador en el mundo rural: la ausencia de vivienda en los municipios a repoblar. Puesto que, o nadie alquila y ocupa un mes, o el resto amenaza ruina, nadie paga la contribución pero los ayuntamientos tampoco hacen órdenes de ejecución, ya que cualquier Alcalde/sa debería abstenerse de hacer el expediente por amistad, relación familiar o enemistad manifiesta con el interesado.


Así que todo lo que desarrolló Calleja ayer era gasto corriente del, según tanto economista –la Obra de Barbastro en cabeza del pelotón- infame. Como el mantenimiento del CITA. Como las escuelas unitarias rurales en cuanto a los profesores de inglés o deporte, salvo que se hunda su tejado, caso Berdún. Como que la población envejecida del territorio reciba atención médica, desplazando medios en gestorías-consultorios-refuerzo educativo etc. ambulantes. Como mantener una residencia deficitaria en Ansó o incluso que siga abierta la panadería de Berdún.
Reforestación egipcia. A tres horas del Cairo, intento de detener al Sahara por el cambio climático y proteger la vega del Nilo. Como podéis ver, lo van a lograr.


No nos dejan. ¿Quién no nos deja? ¿Lady Trump Letonia?


Y tampoco nos dejan mantener el monte. Por necesidad, para calentarse y comer, gratis et amore como hacía mi abuelo… de puta madre.


Pero ahora es un gasto corriente, que genera empleo, ¿no debería ser una inversión, a qué sí señor Krugman? Ese es el punto.


Pues tener que atender el incendio subsiguiente ¿cómo lo llamamos? Ello sin entrar en que la madera quemada para papeleras no tiene impuesto ecológico alguno que la convierte en tentadora, no recibiendo más que migajas los silvicultores, que en Aragón también los hay, en caso de incendio forestal.


Si las primeras interesadas en mantener el monte son las papeleras, si cuando van a sembrar este año la Canal de Berdún parece el desierto de Gobi del polvo que se levanta –no digamos ya Gallocanta o el secano de Leciñena-, una de dos…


-   O nos planteamos donde todavía tenemos bosque que el sector del papel y otros conviertan en inversión la limpieza y reforestación de nuestros bellísimos montes, generando empleo.


-   O seguimos la política china y, sí, egipcia. Avalada por expertos inequívocamente, plantar árboles, limpiar el monte con cabaña ganadera, no solo genera empleo, es atraer tormentas. Y en el desierto y cabeceras de ríos, ver Mijares, replantamos para que vuelva a llover. Porque que llueva es una inversión o no habrá agua para la industria de Zaragoza o Teruel, y la reserva hídrica del Estatuto de Autonomía –ahora cuestión binacional pero no…- será, obviamente, papel industrial contaminante no mojado.


-   O si generamos la poca agua que existe en Aragón y la donamos a terceros, ¿no será y no se les ve ningún detalle, que los Govern de Catalunya, Valencia eta Murcia deben invertir en reforestar Aragón, su fuente freática?
Fijaros en esta imagen, a su alrededor todo está pelado. No, no es la Sierra de Zuera. Es nada menos Sierra Espuña, en las inmediaciones de Murcia, echa con ilusión a principios del siglo XX. Por desgracia, debemos plantearnos una duda existencial. ¿podría hacerse ahora?


Maldita y estrecha concepción neotomista, escuela-chicaguista, leguleya, mantra budista estrecho y contable del gasto corriente… Pero estamos aquí para pensar y ejecutar, en ordenación del territorio, otras políticas.


Això no es serveix, units o separats. Compartim el Padre Ebre.

30/10 Luis Iribarren.