Nuestro editor de cabecera, Luis Iribarren, estuvo el otro día paseando por el parque José Antonio Labordeta, esa zona zaragozana algo abandonada de la mano de Cubero, que por cierto no quiere ser dios ni tampoco Dios.
Y nos mandó a la redacción (queda guay decir “redacción” os lo juro) una imagen de hojas del Botánico. Sí, en Zaragoza quisimos hacer un Botánico y como no lo hemos cuidado como se debe cuidar, tenemos lo que tenemos. Volvemos a recordar que Zaragoza fue años pretéritos ejemplo de jardinería y escuela de jardineros.
La imagen la hemos vuelto decorativa, por amor al arte del color. Y os la dejo para soñar con esa Zaragoza que nos merecemos.
Luis Iribarren - Julio Puente