Cada día en este país de países, nos amargan los desayunos con noticias de corruptos políticos, banqueros y parásitos. Pervertidos, viendo a cuerpo de rey a costa del resto que pasa por caja religiosamente. En esa falta de escrúpulos y para seguir manteniendo su oligarquía, hacen desaparecer pruebas y sumarios, persiguen a jueces por cumplir la ley o acosan al funcionario que tiene la osadía de denunciar a esta pandilla.
Colaboran en su falta de escrúpulos, sentencias que tardan años en cumplirse o se pierden en la noche de los tiempos. En esta nación de naciones y de Comunidades históricas, normalmente las de abundantes votos, no así las de menos para rascar, como Aragón, nacida al parecer por generación espontánea.
Surgen en esos disolutos, avispados patricios intentando sacar tajada del actual corrupto gobierno y sostenido por su propia incompetencia. Prometiendo por tierra mar y aire para esas, ser nación de naciones, rebajas fiscales y si fuese necesario derecho pernada. Y entre tanto sinvergüenza viendo al margen de la ley ahora le tocaba al fútbol, que iba siendo hora.
Llevamos tiempo con jugadores y clubs escaqueándose de pagar al fisco de acuerdo con su capacidad económica. Y como la integridad del hombre no se mide por su profesión si no por su conducta, aquí también la justicia tiene tajo. Ahora han puesto entre rejas al presunto capo del pelotón José María Villar, presidente hasta hoy de la Federación de Fútbol.
No le ha importado mantener su cortijo a cambio de comprar las voluntades de sus lameculos para seguir año tras año aumentando su ego, y de paso su bolsillo, desviando subvenciones, por administración desleal, corrupción o falsedad documental entre otras fechorías. Decía Abraham Lincoln “Podrás engañar a todos durante un tiempo, a alguien siempre, pero no siempre a todos”
Daniel Gallardo Marin