Ahora ya no se miente en política, excepto que sea imprescindible. Ahora simplemente no se dice la verdad o se pinta de verde o se disimula.
El ARTE de darle la vuelta a las decisiones que escuecen, es un oficio que han aprendido muchos con mando en plaza con unas calidades para disimular, que producen vértigo.
Con retórica y un poco de psicología social, se puede ser sincero sin decir la verdad.
Así que o se está muy atentos…, o hacen lo que les viene en gana los que mandan y nunca quieren dejar de mandar.