Resulta muy curioso que se forme una comisión técnica municipal para estudiar el futuro del azud del Ebro en Vadorrey Las Fuentes, y no haya entre los convocados, ni urbanistas, ni economistas, ni sociólogos convocados como tales.
Incluso aunque se diga lo contrario, tampoco representantes de la Universidad pues el que se asigna desde la comisión como tal, asegura que no está en nombre de la Universidad de Zaragoza.
Es imposible resolver con garantías una decisión de este tipo sin urbanistas y sociólogos en las mesas técnicas de decisión, pues este tramo del río Ebro es un tramo urbano.
Repito: URBANO.
Y por si hay dudas de la diferencia entre espacios de ciudad y espacios de terrenos naturales, consulten a sociólogos, geógrafos, urbanistas y economistas. Pero si no se les invita (geógrafos sí), mal vamos. En Europa sí entienden estas diferencias.
Mientras tanto tenemos que admitir que todo está decidido por algunas personas que ya venían de casa convencidas de que el azud había que cerrarlo para castigo de viejos políticos, aunque curiosamente en la primera reunión de esa mesa municipal técnica, la mayoría de los presentes abogaron por arreglar el azud con urgencia, según ellos mismos han dicho en las redes.
Pero eso no gustó a los representantes políticos y se dejará para octubre el estudio, que es cuando el agua viene fuerte y no se puede arreglar hasta como pronto otra vez julio del 2019. Un pírrico éxito político, que se apuntan más de uno, a costa de los zaragozanos.
Por cierto y sobre la mosca negra. ¿No hay mosca negra o algas (macrófitos), aguas arriba o aguas abajo de Zaragoza? ¿Hace cuantas decenas de años en la zona de Cantalobos, aguas abajo, había mosquitos como puños de bebé? ¿No los hay en la zona de Grisén o Alagón?
Julio Puente