Prometieron en sus discursos antes de las elecciones municipales que iban a realizar una nueva forma de política en la que iban a contar con el consenso de los vecinos a los que iban a preguntar sobre lo relacionado con sus vidas, sus barrios.
De nuevo hoy, y ya son demasiadas veces en los que se repite el mismo denominador común, nos tenemos que enterar —en mi caso porque me han avisado nuevos medios— que Puerto Venecia iba a empezar las obras para mejorar los accesos a su centro comercial. Hubiera estado bien que por una vez en la corta vida del barrio se hubiera contado con los vecinos y al menos se hubiera explicado, cómo y de que manera se iban a ejecutar las obras.
También hubiera estado bien que dichas obras pagadas religiosamente por el centro comercial que impide puntualmente los accesos colapsando todas las entradas y salidas del barrio, que al menos los vecinos tuviéramos de manera puntual una salida diferente al barrio que nos permitiera poder salir o entrar al mismo independientemente del colapso producido para llegar al centro comercial.
Pero no, ni se ha contado con los vecinos para la ejecución de la obra, ni se ha comentado las posibles afecciones de tráfico que se van a tener durante la duración de la obra, y ni mucho menos se ha facilitado información más allá de las notas de prensa puntuales que ha habido sobre el tema. Está visto y es una muestra más (y van unas cuantas), que todas las decisiones tomadas desde el nuevo ayuntamiento, por los nuevos regidores son ordeno y mando... Ellos verán qué hacen, llevan tan apenas un par de meses, pero ya se vislumbra como van a ser los próximos años en la ciudad de Zaragoza, políticamente hablando.
Si no cambia nada, van a ser tiempos excesivamente complicados…
Jesús Ángel Jiménez Casorrán