Hoy José Luis Trasobares en su artículo de El Periódico de Aragón da plenamente en el clavo que sujeta la política de estos tiempos. El título del artículo no deja lugar a las dudas pertinentes de los que dudamos de todo por higiene.
Uno, ya metido en la política de andar por casa, sabe que el título esconde una realidad aunque no siempre seamos capaces de admitirla y mucho menos de asumirla. Cada vez que escucho a las gentes de ZeC o de Podemos insistir en bajar los sueldos políticos a 3,5 veces el SMI me pongo a temblar. En unas décadas sólo los jubilados se podrán dedicar a la política. De hecho ya tenemos hoy en el Ayuntamiento de Zaragoza a políticos trabajando de técnicos con un sueldo muy superior a esas 3,5 veces. Pero son sueldos lógicos en técnicos de primer nivel. Es decir, pagaremos a los técnicos más que a los políticos que en teoría son los que mandan y diseñan, ordenan y deciden.
Conozco a varios políticos que ya han decidido retirarse de la política de verdad, de la de ser elegidos y cobrar poco. Y que se van pasando poco a poco y casi sin notarse a los puestos técnicos. Se pasan a las empresas privadas o públicas a puestos de los que ocupan miles de personas, ajenas a los focos, con su horario y su responsabilidad bien medida, y miel sobre hojuelas.
Y efectivamente tiene razón Trasobares cuando nos dice que a lo mejor esto que queda, es lo que tenemos y punto pelota. Sean Senadores, Diputados, Alcaldes o Concejales.
Yo conozco excelentes abogados que han dicho NO a ser cargos políticos. Y también a licenciados de muy variado pelaje que ya han dicho NO a la política, se sepa o no se sepa. Todos ellos capaces de demostrar que saben mucho y que lo han demostrado. Pero que cobran bastante más si se aseguran las cenas con sus hijas y la vacaciones de un mes, que si se dedican al politiqueo y a no saber si van a comer a las 13, a las 16 o a no comer. Entre elegir ir en tranvía y soportar que te pregunten con doble intención o pasear por el parque con tus hijos sin que nadie te reconozca, hay unas distancias tremendas. Si además cobran menos y hemos aprendido a lanzarle piedras al político, lo dicho. en pocos años solo los jubilados se atreverán a la política.
Julio M. Puente Mateo
Julio M. Puente Mateo