Hoy he comenzado el Camino de Santiago, pero no se asusten, que no pienso terminarlo. No soy capaz ni aun con ayuda. Maravilloso comienzo entre Canfranc estación y Canfranc pueblo viejo, con casi cuatro kilómetros de distancia en uno de los puntos de inicio del Camino de Santiago aragonés. Una distancia maravillosamente verde oscuro, llena de helechos, musgos y zonas de una sombra negra que te llama a adentrarte fuera del camino.
Nos ha costado dos horas, que según nos han dicho es casi un récord. A ver, un récord para dos ancianos casi sesentones, con una rodilla jodida, con la vista estropeada y mucho para la distancia de metro y medio que es precisamente la que me separa los ojos del suelo lleno de piedras, y con sandalias que es lo que me obliga a llevar mi mujer aunque yo quiera llevar zapatos, pues dice que con pantalones cortos es lo que toca. Joder. Lo de llevar sandalias no es peligrosos excepto si lo sumas a que no veo el suelo por la diplopia. Eso puntúa para el récord bastante.
Llevar palos de andar ayuda, pero nosotros queríamos el riesgo de un camino que pienso repetir en primavera para hacer fotos a toda la naturaleza en explosión. He llamado a Santiago (Santiago para los amigos, San Thiago para los menos duchos en religión) para ver si me convalidaba este trayecto como importante, pero me ha dicho que menos lobos. Que siempre nos estamos quejando los aragoneses y para nada. También me ha dicho que el Camino de Santiago aragonés está pobre y poco usado, simplemente porque el navarro está de moda y no te digo el vasco. Yo creía que esto de ir de peregrino no tenía modas, pero me ha dicho que si, que incluso el Camino de la Plata está más de moda que el aragonés. Que lo sepamos.
Uno es de ciudad por nacimiento y comodidad. Todo lo que suena a barro, piedras que se mueven y bichos, nos parecen cosa de Félix Rodriguez. Así que ver helechos de verdad y musgo sin que sea Navidad y un mercadillo, nos suena a maravilloso. Si me llegan a pillar descansado monto un Belén allí mismo con cuatro palos. Anoche vi unas babosas de a palmo, de esas brillantemente negras y con pelos. En la zona precisamente del inicio del Camino de Santiago de Canfranc, donde pone 850 kilómetros de distancia. Hoy he pensado que nosotros algo más rápidos sí que somos. Unas tierras tan naturales deben ser maravillosas para la salud, aunque no vemos y tengamos las rodillas jodidas. Pero por si acaso hoy he comida ternasco asado para hacer riñón y ponerme en forma.