Zaragoza como muchas otras ciudades esconden rincones poco
conocidos para sus ciudadanos. Esta entrada a un local comercial de Zaragoza no
era conocido por mi y tal vez por eso pienso que no lo es por muchos
zaragozanos. Sus varias lámparas impresionan al entrar pues no te las esperas,
así como sus cuadros y sus techos bellamente decorados. Incluso su banco tirado
a modo casi de cadiera que te espera en la entrada.
No es un acertijo, tampoco una pregunta. Es una adivinanza
sencilla. ¿De qué edificio estamos hablando?
Si tienen dudas pueden bajarse la imagen a su ordenador y al
ver el nombre de la misma encontrarán la pista necesaria. Un bonito lugar para
ver con calma.