He tenido la responsabilidad y la suerte de analizar la
fiesta de la Cincomarzada en años anteriores, en este pasé del tema bastante
pues estaba todo vendido. Siempre planteé que era una Fiesta importante pero
que había que buscarle un lugar definitivo y que no fuera nunca un parque por
las afeccione que tenía una fiesta de 100.000 personas sobre una zona verde.
Efectivamente nunca logré mis objetivos. Si acaso que se modificaran hábitos y
se ampliara el tipo de fiesta tocando levemente actos culturales.
Pero la realidad me está dando la razón. Hoy se han talado
15 grandes árboles del parque Tío Jorge, árboles con más de 50 años de vida que
se merecían un cuidado y un trato distinto a tenerlos que cortar totalmente en
un parque que poco a poco hemos ido convirtiendo en un erial. Si alguno estaba podrido era un peligro ayer y mañana, no había que esperar a que se fuera a celebrar la Cincokmarzada para solucionar el problema. Si hay que talar 15 árboles de mucho porte es que algo se ha hecho muy mal en el mantenimiento. Efectivamente en
pocos años se logrará lo que yo siempre he pretendido, que la Cincomarzada se
haga en un gran solar sin zona verde, sin árboles y si acaso con rastrojos.
El trato que en Zaragoza se ha ido realizado a los grandes
árboles en toda la ciudad, en todas las avenidas, con una poda fuera de toda
lógica, diferente a la que se hace en todas las ciudades españolas es de
jubilación al responsable, como así ha sido pero por edad. Es vergonzoso que
Zaragoza haya tenido que estar todos estos años soportando una poda tan mal
planificada, dejando que los árboles crezcan desmesuradamente en alto y no en
ancho, en una ciudad con un aire muy potente. Pero somos así de “¿curiosos?”.