Parece que por fin llueve, y no ha sido necesario sacar a vírgenes o santos, lo cual es un alivio, pues ya están muy mayores para resolver el tema de las nubes. Sabemos en cambio que la contaminación atmosférica va en aumento, que no nos lo estamos tomando en serio, que el calentamiento global no es así, sino más bien un extremismo en las temperaturas frías y calientes y un cambio de las zonas de lluvia que afecta más a las zonas templadas y radicaliza los periodos secos.
José Manuel Salvador, desde CHA Ejulve nos deja un artículo donde nos habla de estos temas desde la reflexión. Efectivamente, como humanos no parecemos ser capaces de creernos ni a nosotros mismos y los datos que somos capaces de aportar. No pasa nada, creemos que es el Planeta quien está en peligro.
Y es mentira. El peligro está ya en nuestros pueblos, en nuestros barrios, en nuestros grifos de agua. Podemos eso sí, seguir mirando hacia otro lado. O penar que este también, es un problema exclusivo de los políticos ladrones.
Julio Puente