No compartimos vehículo privado, y este es el punto de no retorno en donde nos encontramos. En las familias tenemos más de un coche, contaminando y ocupando espacio. Llegamos a convencernos de que nuestro coche es nuestro y tiene derecho a tener un espacio constante y libre en todas las calles por donde lo llevemos. Y eso es falso y además imposible.
Podemos entenderlo o no querer entenderlo y esperar a que lo vayan entendiendo “los otros”. Pero cuanto más tardemos en tomar medidas, más duras serán estas. El vehículo eléctrico todavía no funciona bien, no por problemas del propio motor, sino por su carga, tamaño de las baterías y por su autonomía en kilómetros, añadido por el sistema de obtención de la energía eléctrica.
Parece más lógico en estos momentos apostar por el vehículo híbrido, sabiendo que eso solo resuelve la mitad del problema, queda la parte del espacio.
➡ Más vehículo público
➡ Más vehículo alternativo al de explosión
➡ Más andar
➡ Más compartir usos de vehículos privados
➡ Distancias menores entre servicios por un diseño más lógico
➡ Obtención de la energía por medios y formas más sostenibles