5.12.17

La Línea 60 nace coja y sin criterios válidos para Santa Isabel

Se ha puesto en funcionamiento una nueva línea de bus urbano en Zaragoza, la Línea 60 que nace coja y criticada, como yo mismo advertí en su momento donde estas cosas hay que negociarlas y diseñarlas. Como se puede comprobar, con ningún éxito por mi parte.


La Línea 60 va a realizar el servicio complementario a la Línea 32 desde Santa Isabel a la Plaza Mozart, con una frecuencia de 12 minutos en días laborables y 30 en sábados y festivos. Pero a costa de restar tres autobuses diarios del total de la Línea 32, para reforzar el servicio en su zona alta. Se advirtió que podrían juntarse autobuses del 32 (articulados) y del 60, y así está sucediendo, sin poder así mejorar frecuencias y servicio. Toda línea de autobús urbano excesivamente larga, tiene siempre un descontrol de frecuencias muy difícil de resolver en estos diseños de urbanismo.


La negociación entre los vecinos de los barrios de Santa Isabel y Avenida Cataluña con ZeC jugaban con el error siempre cometido, de no tener en cuenta los datos reales de uso. Datos por cierto, que no se hacen públicos nunca ni a los grupos políticos, lo que dificulta enormemente tomar una postura basada en realidades y no en sensaciones.


No tengo ninguna duda, en absoluto, de que tras la supresión de la Línea 45 se dejó con un mal servicio a la zona alta de la Avenida Cataluña y a Santa Isabel. Ninguna duda. Pero la solución no pasa por crear la Línea 60 en las formas como se ha hecho, ni por alargar la Línea 21. Los vecinos y los políticos de la zona sabe mi postura al respecto y no la voy a repetir una vez que se ha desechado varias veces.


Datos, datos, datos.


Sé que el actual apaño es temporal, no puede ser de otra forma. Sé que no es una buena decisión para los barrios de Delicias y Bombarda, y a todos hay que tener en cuenta cuando se toman estas decisiones DE CIUDAD. 

Sé que los vecinos de Santa Isabel ya se están quejando. En esta caso y con sinceridad, no es tanto culpa de Teresa Artigas como de unas reuniones de trabajo entre vecinos y Ayuntamiento, sin que todos quieran encontrar una solución válida. Los unos quisieron convencer a los otros, pero sin mirar realmente si esto servía para lo que se demandaba. Repito otra vez más. Datos, datos, datos de uso, de esos que no se dan ni con la frecuencia debida ni con la calidad necesaria para disgregar decisiones con ellos en la mano.

Julio Puente