Una vez que los zaragozanos han votado por las cuatro opciones del trazado de la Línea 2 del tranvía, uno debe preguntarse con urgencia: ¿Y ahor qué? El proceso ha sido un fracaso en su concepto, como ya se sabía pues procesos similares en otras ciudades también han sido fracasos. Son simples encuestas mal realizadas, pues no se tiene en cuenta algo fundamental en todo tipo de encuesta. La segmentación de la población por edad, sexo, zona de influencia, ingresos económicos, estudios, etc.
Han votado como muy bien nos dice Heraldo un 0,96% del censo zaragozano. Un total de 5.848 personas, que si fueran bien elegidas en un proceso de sondeo, servirían perfectamente para saber qué se quiere en la ciudad. Claro que el primer fallo viene al comprobar que nos ha interesado más elegir el Cartel de Fiestas del Pilar que este asunto. Han sido 750 personas más votando por un cartel que por una inversión de 200 millones. Mal vamos.
Ha ganado la tercera opción que recibió 17.370 votos contra la cuarta que recibió 15.363 apoyos. Si tenemos en cuenta que un 24,6% de los que han votado tienen entre 31 y 40 años, y otro 21,9% entre los 41 y los 50, entenderemos que estos procesos nacen viciados, pues ni los jóvenes ni los mayores acuden a votar por muy diferentes motivos.
¿Van a callarse los detractores de invertir en la Línea 2 del tranvía? Pues precisamente con estos datos se les ha dado gasolina para seguir bastantes kilómetros más de recorrido negativo. Los ciudadanos han optado por dar la espalda a un proceso mal llevado y que nace con dudas muy serias. Y me estoy refiriendo a la nueva Línea 2 tranvía. Tal vez fuera el momento de sentarse a simplemente analizar un poco más todo el proceso de ampliación, e incluso poner todas las opciones del posible trazado en cuestionamiento de análisis.
Hay que recordar que ni en Delicias, Centro, Las Fuentes o San José se han demostrado especialmente participativos en este proceso. ¿Tampoco a ellos les importaba el trazado definitivo?