31.12.16

Feliz Año Diferente y Entretenido, llamado 2017

No es lo mismo “la razón” que las razones, y en política (también) esto lo sabemos bien, pero nos lo callamos, lo disimulamos para seguir actuando según nuestras razones aunque muchas veces nos alejemos de la razón. El sentido común sería la razón. Y el sentido práctico las razones. Pero el sentido práctico depende de las miradas, del “para quién”, de los momentos urgentes, de los envoltorios.

Zaragoza ha tenido un mal año, Aragón lo ha tenido mejor. Se nota claramente el diferente tipo de trabajo que son capaces de realizar las instituciones de uno y otro lado, empleando algo tan básico y tan tremendamente positivo, como es el consenso. Se me podrá decir —y lo digo claramente para que nadie lo dude— que opino así por estar CHA dentro de una institución o fuera en el otro caso. Y es cierto, pero no por estar o dejas de estar CHA, sino por el componente de “razón” de estar, en el que intervienen los que están y los que propician que estén.

Curiosamente mi trabajo como político voluntario está directamente relacionado con el Ayuntamiento, y para nada con el Gobierno de Aragón. Lo que no me impide analizar las realidades que todos vemos, desde una óptica “de razón”. Y donde escapar tras las gallinas no es la razón, excepto que cambies las gallinas por conejos o ternascos. El Ayuntamiento lo está haciendo mal, por su incapacidad para hacerlo bien.

Por el camino que ha emprendido el Ayuntamiento de Zaragoza —y no digo ZeC, sino todo el Ayuntamiento— vamos al despropósito. Todos tienen razones para comportarse como lo hacen. Pero ninguno tiene razón. Unos no saben hacerlo mejor, otros nadan entre dos aguas, algunos son maestros de las zancadillas, los hay que son tan transparentes que no se les ve y luego están los lobos cazadores, agazapados entre la selva. Todos, repito, tienen sus razones. Todos menos los vecinos de Zaragoza, que con una gran ciudad a los hombros, ven como los gestores perdemos la razón del futuro.

Este 2017 va a ser más entretenido que el 2016. Aunque nos parezca imposible lograrlo. Nos vamos acercando al 2019 a una velocidad de crucero rápido, sin obstáculos insalvables, con las mentes claras llenas de razones propias, y dejando que vaya pasando el tiempo. Uno para olvidar estos malos cuatro años equivocados, y todos los demás para tomar posiciones en los escaques del tablero.  

La táctica de Mariano Rajoy, la de ver pasar el ataúd de tus enemigos mientras estás sentado a la fresca, va a sentar cátedra y se dará en los libros del siglo XXIII. Su táctica, y la falta de táctica de todos sus muertos. La culpa no es de Mariano, sino de los muertos.

Feliz Año Diferente y Entretenido.

Julio Puente Mateo