Antes de que
finalice el presente ejercicio debemos conmemorar el “Primer centenario de la Ley de Parques Nacionales de España de 1916”. Que supuso la
declaración de Ordesa y de la Montaña de Covadonga, Picos, como los primeros
espacios protegidos del Estado. Con posterioridad, en 1954 fueron el Teide y
Taburiente los que ampliaron la lista. Completada por Doñana en los que
coincide que son a su vez Patrimonio de la Humanidad, con su declaración de
1969.
Respecto de la inscripción como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que en cuanto a los espacios físicos reconoce un paisaje como de importancia o singularidad mundial, las fechas de inscripción y razones para la misma fueron en síntesis las siguientes:
1.- Declaración de Pirineos-Monte Perdido, incluyendo por tanto Ordesa. Declaración conjunta con Francia con inscripción en 1997 y extensión a Ordesa en 1999. Motivo: circo glacial de Gavarnie, más importante al sur de Europa, cañones de Escuain y Añisclo y singularidad del macizo de Monte Perdido por su condición calcárea y no granítica –plegamiento de fondo marino-. Además, usos pastorales de los prados y aprovechamiento de los montes en terreno elevado.
Puesta
de sol con flamencos en Doñana, orientada al Atlántico en el flanco oeste del
parque. A Sanlúcar y las marismas en el Este.
2.- Coto de Doñana, incluido en 1994, extendiéndose en 2005. Por su importancia
faunística única en Europa. Los linces y aves que habitan el humedal solo tienen relación con
la Camarga o humedales del norte de África como los de Senegal, Mauritania y
Túnez que también son Patrimonio de la Humanidad. Además, el entorno ha tenido
un peculiar aprovechamiento tradicional y es sede de romerías y otras
manifestaciones culturales conocidas. Se encuentra
amenazado por actividades mineras extractivas.
3.- Garajonay y Teide, inscripciones de 1994 y 2007 por la importancia única de las selvas de
laurisilva, su importancia en el segundo caso en la Macaronesia y su
surgimiento, además de la condición de montaña sagrada de los guanches.
Laurisilva
en Garajonay, Gomera. Alimentada por las boiras generadas por los alisios da
lugar a un espacio telúrico aislado solo comparable a los bosques de Nueva
Zelanda y Australia. El Teide, señor de la Macaronesia, se divisa de maravilla
desde Garajonay, así aunamos los dos espacios.
Respecto de
nuestro parque, vamos a fijar el punto de atención en un aspecto por el que no
se encuentra declarado como Patrimonio de la Humanidad.
Se trata de la peculiar floración en el bosque de Ordesa. Y no presentaremos por su humildad la edelweis alpina, sino la más humilde y extendida flor de Aragón. Más resistente a la dureza climática aragonesa que el pino que más se adapte. El cardo, símbolo de Escocia y símbolo de la resistencia del Cáucaso musulmán frente a Rusia. Incluida su todavía región de Chechenia.
Humildes cardos con la perspectiva de As Tres Sorors.
El
cardo, por su resistencia, es el símbolo de la del Cáucaso.
Todo aragonés debe
leer Hadji Murat de Tolstoi.
En este sentido, el macizo Pirin de Bulgaria, el entorno de Ciudad del Cabo y el Himalaya indio son los tres únicos espacios que son Patrimonio Mundial específicamente por su flora.
Floración en el macizo del Nanda Devi.
Parque Nacional del Valle de las Flores, Himalaya indio. Patrimonio por motivos
obvios.
Por su magnificencia e importancia, vamos a hermanar la flora de Ordesa con la del parque de Nanda Devi, una de las principales montañas indias. De donde brota una de las fuentes del Ganges.
13/12 Luis Iribarren.