Continuaré mi
ciclo Periferias con mi sentido homenaje a Santiago
I del Gancho que tanto glam me dio y me sigue dando desde los primeros 80.
Además de hacerme bailar otra cosa que no fueran pasodobles y mexicanas, el rock
latino eran ellos y Tequila.
Creo que el
brillo me lo dio este zaragozano a mí y a todos los intelectualillos e
intelectualillas baby boom de la primera generación que pudo estudiar en muchas
familias. Los hijos de la emigración rural obrera a las ciudades o los hijos de
los artesanos y labradores que todavía vivían en el Gancho o la calle Heroísmo.
Sabemos que la derecha española piensa que nunca debimos haber llegado, se nota
luego al buscar curro. Y se notaba en los años 90.
De ese mundo
desolado, mezquino y lazarillo nos levantaba Radio Futura con sus letras.
Siendo Radio
Futura un proyecto madrileño, coliderado por Santiago y el capitalino y
excelente compositor Enrique Sierra
que nos abandonó en los primeros 90, parece se inspiraran en Zaragoza cuando compusieron “Escuela de Calor”,
canción rabalera que os acompañamos.
Porque todos
tenemos el recuerdo de cuando debajo del Puente de Santiago vivían familias en
cartones. Y cuando había una barriada de barracas en el Parque del Tío Jorge
que limpiaron en el año 82, porque el Rey Campechano tenía que pasar por allí
para ir a su residencia tardo-franquista de Cogullada.
Esa
displicencia, chulería y saber hacer de Santiago y de Luis Auserón, el último
nos visita más.
Santiago visionario: España siempre en
llamas.
Esa inquietud
de Santiago en una búsqueda constante como autor de la relación entre
literatura, vida y filosofía. De la cultura popular con mayúsculas. Muy recomendable es la lectura de su obra “El ritmo perdido. Sobre el influjo negro
en la canción española”. El viaje constante de ida y vuelta a Cuba y México
de la rumba o la jota.
Puede que en
sus extraordinarias letras y su bibliografía, se trate de que existe un
traslado en forma de gran cultura de la visión de niño de su barrio del Gancho,
calles en las que las sábanas colgaban entre un lado y otro de las calles a lo
Barceloneta o a lo Nápoles todavía.
Vamos a viajar
a esa Zaragoza gris de las fiestas del Pilar excluyentes tardo franquistas, esa
que representa la actual propiedad del Real Zaragoza… Deconstruyamos, como
haría Santiago, la letra de Enrique Sierra y Santiago Auserón:
Arde la calle al sol de poniente,
esperando que caiga la noche estoy,
ven a la escuela de calor,
hay tribus ocultas cerca del río
Hace falta valor, hace falta valor,
quiero vivir del aire,
quiero salir de aquí
27/11 Luis
Iribarren