En el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza de ayer se volvió a comprobar como el que parece un simple proyecto de estudio para la segunda línea del tranvía en Zaragoza tiene un componente político dentro que lo hace válido e incluso inviable. Se hará, el proyecto, pero no servirá para nada pues nadie es capaz de creer en él.
Nace pues herido de muerte, con pocos defensores, con algunas buenas intencione pero solo de palabra, sin que incluso el propio equipo de gobierno sea capaz de dar su opinión, aunque fuera contraria. ¿Es necesaria la segunda línea del tranvía para Zaragoza?
Pero es verdad que el proyecto necesita complementarse con una segunda línea, que no se supo diseñar desde el principio. Parece un absurdo básico, pero es cierto que no se quiso entrar en el debate de por donde crear esa segunda línea hasta que no estuviera funcionando y engrasada la primera línea. Hay varias opciones para esa segunda línea, pero podría haber otras, no haber ninguna o haber resultado un gran fracaso todo, pues no se trabajó con planteamientos de futuro.
Pero en el fondo no está adivinar qué trazado es mejor o menos bueno para esa segunda línea de tranvía, sino seguimos en la casilla de salida. ¿Es bueno para Zaragoza el tranvía? ¿hay otras soluciones diferentes, más baratas y de parecido servicio de calidad urbana? ¿qué se está haciendo en otras ciudades para necesidades parecidas? ¿qué pérdida de servicios de autobuses supuso la implantación de la primera línea de tranvía?
A los vecinos de Zaragoza no se les dijo de qué manera quedaría todo el servicio de transporte urbano en la ciudad. Muchos creyeron que el tranvía era un añadido y no un cambio. Y esa segunda línea será efectivamente otro paso más en el cambio pero no en la mejora o añadido de servicios. Esto quiere decir que si la segunda línea discurre por zonas donde ahora hay un buen servicio de autobuses, simplemente un sistema sustituye al otro. Y además nos dice la realidad que la resta de buenos trayectos al servicio de autobuses urbanos supone el empobrecimiento del servicio, pues pierde rentabilidad. Si al final dejamos para los autobuses los trayectos menos rentables por menos usuarios, efectivamente no es nada complicado intuir que estaremos creando dos sistemas de transporte urbano, uno con rentabilidad y buen servicio y otro sin rentabilidad y que incluso muchas empresas no desearán pujar excepto con contratos leoninos con el propio Ayuntamiento. ¿Es eso lo bueno para Zaragoza?
Tal vez lo lógico sería diseñar nuevas líneas de tranvía que complementaran el servicio urbano en Zaragoza aunque no fueran brutalmente rentables desde el primer día. Pero claro, la inversión es muy alta y con ese condicionante nadie se la juega. Todos quieren la Avenida Madrid que es donde hay viajeros. Muchos quieren la Plaza Paraíso que e donde hay movimiento de clientes. Pocos quieren acabar en Las Fuentes que es una zona más “vieja” y prefieren zonas como Cesareo Alierta, San José o Torrero que hay más ciudadanos de edad activa. Lo de menos es complementar un buen servicio y lo demás es que sea rentable y segura la inversión desde el primer dia. Jope.
Julio M. Puente Mateo