Desde la ventana escupo un nunca más
Desde la ventana me observo conteniendo la respiración
Desde la ventana me araño el rostro y lloro
Desde la ventana imagino otro sitio
Desde la ventana vomito la rabia contra una pared desnuda
Desde la ventana intento que el dolor no roce
Desde la ventana hago por comprender lo incomprensible
Desde la ventana ya solo hay dudas y soledad
Inmensa fragilidad.
PD: Para todas las que a través de una ventana cerrada supimos dejar de ser frágiles. Y la ventana se abrió…
Ángela Labordeta - eldiario.es/aragon