Jornada más que reivindicativa, la que se vivió el pasado domingo en la estación de Canfranc. El sueño sigue vivo para esa comarca, a la espera de que ese paso fronterizo vital para nuestra comunidad aragonesa y por ende para todo el Estado, se haga realidad. A pesar de llevar más años cerrado que en servicio, muchos aragoneses siguen con la esperanza de ver a los trenes pasar a Francia por esta estación de Canfranc, algún día cercano.
Por primera vez y que sirva de precedente, un representante del ejecutivo aragonés, José Luis Soro, de CHA, llegó a esa cita subido en un Canfranero abarrotado, comprometiéndose ante medio millar de manifestantes a reunirse de inmediato con la ministra de Fomento, como primer paso de una lucha constante en su legislatura.
Quiero agradecer a las coordinadoras Crefco y Creloc por mantener esta convocatoria año tras año en apoyo a la reapertura. No faltó al acto el vicepresidente de la vecina región francesa de Aquitania, recordándonos, que los deberes en el tramo Olorón-Bedous se están haciendo, de tal forma que en pocos meses el tramo francés entrará en funcionamiento.
Es un gran paso después de años de silencio, que los intereses de Aragón y Aquitania converjan en un mismo fin, con la vista puesta en ese 2020, para que el transporte de mercancía por ferrocarril traspase esa barrera montañosa y sin contaminación.Este paso ahorrará tiempo y dinero.
Inimaginable la misma situación de abandono de nuestro paso fronterizo de haber estado Canfranc ubicado en una de las comunidades vecinas. Pero para llegar a esa fecha, además hace falta partidas presupuestarias de verdad, en los presupuestos de Madrid y de París, sin olvidar a Bruselas, por la importancia del proyecto para el sur de Europa.
Pero de momento y al parecer, el interés de estos gobiernos pasa por agredir a nuestro Pirineo con la perniciosa línea de alta tensión Sabiñánigo-Marsillon, en lugar de reabrir un paso fronterizo vital. Pero la nueva disposición del actual Gobierno de Aragón y de su consejero señor Soro, nos hizo abrigar a los que ahí nos encontrábamos esperanzas en que más pronto que tarde vuelva la vida a Canfranc.
Daniel Gallardo