El Camino del Cid se está convirtiendo a pasos agigantados,
y pocos en Zaragoza lo vemos, en una de las señas de identidad de Teruel. Lo
recorre de arriba abajo viniendo de la Comunidad de Calatayud, a la que también
atraviesa.
Es una ruta a potenciar, si no lo está ya todavía. Parece
que se está convirtiendo en el item sobre el que más le preguntan a la
Diputación turolense guías y senderistas interesados. Si queda trabajo por
hacer es porque el Camino fue creado como itinerario en fecha reciente,
pudiendo convertirse tras el Camino de Santiago —ramal aragonés, tercer patrimonio de
la humanidad que imperdonablemente me dejé— y la Ruta de la Plata en el tercer
destino senderista en el Estado. Por tanto, merecen a corto y medio plazo
cuantas inversiones toquen de infraestructuras de albergues. Y su difusión.
Para ello existe con sede en Burgos, un Consorcio Camino del
Cid integrada por las diputaciones que atraviesan el mismo, entre otras Zaragoza
y Teruel. Es un camino bien interesante para conocer el románico castellano, el
mudéjar turolense y varios qalat o castillos musulmanes como Calatañazor,
Calatayud o Calamocha.
En esta localidad se encuentran estos preciosos chopos
cabeceros escultóricos que embellecen esta entrada y que beben del freático del
Jiloca, por fin más lleno este mes. Además de la escultura del Cid en el Poyo
del Cid, antiguo asentamiento celtíbero y romano entre dos colinas o pueyos que
fortificara como centro de operaciones para exigir tributos a Daroca o Molina,
todavía enclaves musulmanes. Se aportan las referencias del Cantar a dicha
localidad actual y a Monreal, no a Calamocha que sería todavía musulmana.
Espoleó mío Cid, se
iba todo adelante,
allí se fijó en un poyo que está junto a Monreal;
alto es el poyo, maravilloso y grande,
no teme un asalto, sabed, por ninguna parte.
allí se fijó en un poyo que está junto a Monreal;
alto es el poyo, maravilloso y grande,
no teme un asalto, sabed, por ninguna parte.
Aquel poyo, en él hizo acampada;
mientras que sea el pueblo de moros y de la gente cristiana,
el Poyo de mío Cid le llamarán en los mapas
Vamos
todos a andar por Teruel y Peracense. La provincia del amor, a su paisaje
cretácico… Donde los árboles que quedan tienen la misma edad relativa que su
población.
19/02 Luis Iribarren.