La entrada de hoy es una entrada obituario. Decíamos ayer acerca
de la importancia de Labordeta en los corazones de los hijos de la emigración
aragonesa… También sería sin conocerlo para José Antonio Lasheras, nacido en Barcelona
pero tan ligado, como tantos otros aragoneses ius sanguini, a Uncastillo, lugar
de procedencia de sus padres.
Su temprana y repentina muerte me han asaltado en este fin
de semana también gélido por causa de esta pérdida que no puede pasarle desapercibida
a nuestra sociedad por su componente simbólico.
Como en otros casos, en el caso de Lasheras podríamos
haberle tratado relativamente mal desde Aragón a este ilustre emigrante. Dado
que no somos en general lo suficientemente agradecidos. Pero Heraldo y nosotros
sí lo vamos a tener presente, como también lo tuvo de forma modélica su lugar
de origen. Puesto que nunca se sabe todo lo que de modo impagable nos regalan
cuando veranean en nuestro país, de modo sutil indirecto, aragoneses como José
Antonio. No vienen para eso sino para ser anónimos por unos días y disfrutar
con sus amigos panadero, peluquera o pastor. En pie de igualdad.
Uncastillo-Los
Bañares: restos del acueducto. No es un círculo de piedra
Respecto a qué hizo en la vida, Lasheras fue el responsable
del cierre de Altamira y creación de la cueva virtual, para proteger la
primera, que ahora es visitable. Junto con su museo de interpretación. Único
lugar al que yo he podido acceder como tanta gente en el complejo. Estaba claro
que una persona con ese bagage sería igualmente válida para Aragón. Sabiamente
se circunscribió a Uncastillo.
Así y en cuanto a su relación con su pueblo de procedencia,
era vocal particular de la interesantísima Fundación Uncastillo, para la
divulgación de Los Bañares y el románico, impulsada por la impagable asociación
cultural “La Lonjeta”, que todos los municipios aragoneses con singular pasado
deberíamos clonar. Estoy seguro que estaría detrás soplando cierzo a todo el
precioso trabajo hecho en el yacimiento que se acompaña.
Descanse en paz. Le dejamos con sus ruinas que tanto amaría.
El especial asentamiento-acueducto rural de Los Bañares citado, sito entre
Sádaba y Uncastillo. Mi siguiente escapada de Zaragoza será su visita y una
caña en honor de este aragonés patrimonio de la aragonesidad.
Es obligado despedirse por lo romano de la entrada con Marco
Valerio Marcial, surgido de las ruinas de Bilbilis. La primera dedicada al
anterior presidente del Patronato Uncastillo
La máxima virtud de un príncipe es conocer a los
suyos
Es sincero el dolor del que llora en secreto.
Que las obras que han de sobrevivirte empiecen
también a vivir por ti: tarde les llega la gloria a las cenizas.
Póntico, ¿por qué crucificas a tu siervo, después
de haberle cortado la lengua? ¿No sabes tú que el pueblo dice lo que él se
calla?
Día triste para Uncastillo y para Aragón.
29/02. Luis Iribarren.