Esta imagen es de Barcelona esta semana.
En Zaragoza no tenemos mar, pero si tenemos un gran río y sol. Incluso tenemos
sombras, aunque todo hay que decirlo, en los últimos años hemos perdido gran
parte de nuestra excelencia como jardineros.
En pocos metros y con un coste relativo,
en este trozo de Barcelona han creado tres zonas de recreo, de ocio, de
descanso. Dos zonas deportivas tipo gimnasio estático y de diversa dificultad y
una zona amplia para tomar el sol tumbados o sentados. Cerca del mar a la derecha
se ve otra zona de relax pero vacío. Todo esto es público.
En Zaragoza se han acondicionado diversos
solares con el programa “Esto
no es un solar” algunos con
gran acierto, pero solo casi en exclusividad en la zona del Casco Histórico al
depender este proyecto del PICH. En el
resto de Zaragoza cuando hay un solar público o privado se intenta su
aprovechamiento si así lo piden los vecinos a través de sus Juntas, para… “aparcamiento”.
Es importante tener suficiente aparcamiento, sin
duda, pero también tener zonas de ocio, de descanso, de ejercicios, que ahora
ya hay desde niños a deportistas, pasando para personas adultas o para
ancianos. Un gran catálogo para elegir. Pero en Zaragoza no tenemos (en muchos
barrios) zonas simplemente para estar, para tomar el sol cuando hay, para tomar
la sombra cuando se necesita, para leer o para hablar. Hay parques
irregularmente repartidos, pero una plaza pequeña de 100 a 200 metros cuadrados
en un solar público tiene un coste bastante relativo. Y si se sabe hacer,
bastante utilizado.