En Aragón llamamos “luna” al patio
trasero de las viviendas, generalmente de la primera planta o del entresuelo,
que además está descubierta al raso y a la que se accede desde algún piso. También
existían en tiempos pretéritos lunas comunales para tender la ropa o incluso hoy
existen algunas de tamaño muy grande y con árboles y zonas de descanso en
algunos edificios del centro de Zaragoza.
Es una palabra que aunque figura en los
diccionarios de la RAE lo hace como palabra aragonesa admitida por la RAE.