En el aniversario del 206 fallecimiento
del Tío Jorge, de D. Jorge Ibort y Casamayor que desde el barrio del Rabal de Zaragoza
comandó hasta su muerte a los vecinos en defensa de las calles de Zaragoza en
los Sitios de la Guerra de la Independencia, nos ha surgido a todos los
presentes y una vez más, la duda de por qué en nuestra ciudad no hay una
atención, sencilla al menos, para los 15.000 zaragozanos que están enterrados
debajo del suelo del Parque Macanaz.
Tenemos debajo de nuestras aceras y
calles, los cuerpos descansando de unos 15.000 personas fallecidas en el Segundo
Sitio de Zaragoza, que fueron recogidos por todas las calles de la Zaragoza
derrotada y que se les depositó en la zona de la salitrería para con ayuda de
la sal evitar que no contaminaran más de enfermedades lo poco que quedaba de
vida en una ciudad derrotada.
No tienen un simple monumento
conmemorativo del lugar donde están enterrados, ni el parque o arboleda lleva
su nombre o un nombre alegórico, no hay un recuerdo que sirva a las
generaciones venideras recordar que debajo están los cuerpos de miles y miles
de vecinos zaragozanos que murieron sufriendo, por enfermedades o heridas, sin
poder defender finalmente su Zaragoza, equivocadamente o no, de lo que ellos
entendían era una invasión militar.
Alguien vendrá que en nombre de la Memoria Histórica,
recuerde que a Zaragoza la intentaron defender con su vida, simples ciudadanos
zaragozanos.