Hoy el Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido con los votos
del PP, CHA e IU que NO se drague el río Ebro a su paso por Zaragoza. Rechazar
más bien, los dragados del Ebro, como postura municipal clara.
Efectivamente el Ebro a su paso por Zaragoza ha ido acumulando
sedimentos de las numerosas obras públicas que se han realizado en los últimos
años en su zona de influencia urbana. Puentes y la Expo han dejado por una mala
o casi nula limpieza de las empresas contratistas, sedimentos que pueden
ofrecer un peligro en caso de crecida del Ebro.
Pero es muy distinto hablar de LIMPIEZA a contemplar el DRAGADO.
El Ebro necesita limpieza; pero dragar es aumentar la
capacidad del cauce del río, ampliando el calado y la profundidad. El Ebro necesita
volver al estado que tenía en el año 2006, pero para ello no necesita ser
dragado sino limpiado el cauce de las gravas y sedimentos que se han ido depositando
por culpa de un mal control de obras públicas.