A veces pienso que si Aragón no estuviera situada entre Madrid y Barcelona, posiblemente los desplazamientos se harían en burro. Se podrá decir que la capital aragonesa tiene AVE o autovía a Madrid, para ir de la capital del estado a la ciudad condal, pero como ente geométrico fundamental la línea recta es el trayecto más corto entre dos puntos, en este caso entre esas dos ciudades y Zaragoza punto equidistante de esa recta.
Pero no es el caso de Teruel. Al no estar en ese rico cuadrante geográfico, los sucesivos gobiernos estatales están dejando morir a esta despoblada provincia ayudada por unas comunicaciones más propias de épocas pasadas que la actual. No tiene sentido que la empresa más potente de Aragón (GM) y otras auxiliares, debido a la deficitaria infraestructura ferroviaria de la línea Teruel-Sagunto tenga serios problemas para llevar su mercancía hasta el Puerto de Sagunto (la línea más corta y rentable para exportar su mercancía es el puerto valenciano).
¿Cuánto le cuesta a Renfe o Adif su acondicionamiento para rentabilizar tan maltrecha vía? Está en sus manos hacerla rentable electrificando la línea, los sistemas de radiocomunicación, el control centralizado o alargamiento de estaciones para largos trenes de mercancías entre otras. Estas serían condiciones suficientes para hacerla viable. Una modesta inversión si comparamos con otras de alta velocidad de calado político, actualmente en construcción y cuya rentabilidad se está poniendo en duda.
Daniel Gallardo