Veamos por un instante Barcelona y las ciudades que rodean a la ciudad. En total son 28 localidades de más de 10.000 habitantes las que conforman el área metropolitana de Barcelona. Personas que han decidido vivir en ciudades hasta configurar una suma de 3,4 millones de personas. Personas y más personas. Es decir, personas hay para que vivan en ciudades. Tal vez lo que no haya en Aragón es capacidad al menos para sujetar a sus propios habitantes. Lo que no hay es capacidad para ilusionar a las personas, para entregarles un futuro. suficiente y de calidad. Ahora se nos están escapando personas que vinieron de inmigrantes. Y se van o a otras zonas de España o a otros países o a sus países de origen. ¿Nos hemos preguntado por qué Aragón no les convence para vivir? Tal vez con sus respuestas podríamos elaborar un plano de nuestras debilidades como territorio.
Personas nacidas en Aragón y que están ahora viviendo en otras zonas de España hay unos 250.000 personas. Otras 30.000 y 40.000 personas (depende de cómo se miden) son aragoneses que viven en otros países. Personas y más personas que se nos han ido. Curiosamente la mayoría de los que viven en otras zonas de España son ya personas mayores. No hay más ahora, porque se nos mueren, pues la emigración se produjo antes, hace unas décadas. Ahora es un goteo aunque constante. Pero voy a decir un secreto. Sabemos que son más, incluso en algunas edades bastantes más, pues no quieren perder el empadronamiento en Aragón.
Son personas que han decidido irse a otras zonas a seguir viviendo porque Aragón nos les ha ofrecido lo básico u otras zonas vecinas se lo han ofrecido con más facilidad y eso sabiendo del drama personal que supone tener que emigrar. Se calcula que en estos últimos meses el número de personas que deciden irse de Aragón es superior a las 1.200 personas mes, de los que unos 150 personas son nacidos en España. Y en cada mes nos llegan a Aragón menos de 700 personas nuevas, inmigrantes extranjeros en la mayoría de los casos. Es decir vamos mes a mes perdiendo población, que se añade al crecimiento vegetativo negativo. ¿Sabremos revertir este grave problema de Aragón?