En el mundo rural, en el campo que es de lo que Aragón tiene en cantidad suficiente, tenemos ejemplos —incluso en España— donde la potencialidad del territorio y de sus beneficios económicos para los espacios cercanos, podrían servir como ejemplos a copiar. Debemos avanzar en Aragón para terminar los productos que aquí logramos hacer brotar. Sean espárragos, jamones, vino, licores, pollos o leche. Debemos planificar qué podemos hacer con toda nuestra geografía, olvidarnos de nuestra ancestral división de las tierras para caminar a una optimización de tamaños, sea con cooperativas válidas y no tramposas, sea con divisiones modernas. Hay que crecer en escuelas agrarias, ganaderas, de creación de microempresas en las zonas rurales que sean el germen de empresas mucho mayores. En algunas zonas aragonesas se está avanzando en este camino, en otras no tanto.
Debemos trabajar mucho más para sujetar la población que tenemos en las NO ciudades aragonesas, intentar por todos los medios crecer en número de ciudades aragonesas que superen los 10.000 habitantes, atraer ciudadanos desde una perspectiva de calidad formativa, económica y social. Y para ello mejorar sustancialmente la comunicaciones entre Aragón es fundamental. Repito. Es FUNDAMENTAL.
Si nos movemos por todo el norte de España, desde Cataluña al País Vasco, Cantabria, o Asturias hasta Galicia, sentiremos una envidia tremenda del número de posibilidades que estos territorios tienen para mover personas con ferrocarril. Se unen medias distancias, cercanías y trenes de vía estrecha. Las comunicaciones entre zonas, comarcas o localidades es tremenda con unas frecuencias que dan envidia insana pues te mueve las tripas. Las posibilidades en Galicia que sería la zona más parecida junto a Asturias en cuanto a industrialización si lo comparamos con Aragón, son tremendas. Y por favor, que no se me diga que nosotros tenemos el AVE, pues todos sabemos que si Zaragoza no hubiera tenido la suerte de estar en la mitad entre Madrid y Barcelona, nunca tendríamos AVE.
El caso triste y doloroso de la pérdida del transporte ferroviario entre Zaragoza y Sagunto Valencia, por mala calidad y obsolescencia, es muy doloroso para Aragón. Ni aun con posibilidades de crecimiento económico de un servicio, somos incapaces de lograr que se potencie. Estamos hablando de un sistema de transporte de mercancías que uniera el Cantábrico desde Bilbao al Mediterráneo hasta Sagunto Valencia para salir a todo el sur de Europa. Seguimos olvidándonos de Teruel y admitimos como mal soportable que no se vean las caras nunca Huesca y Teruel.