Es muy triste detectar que algunos comercios zaragozanos de muchos años flaquean y se liquidan, cierran o se venden al mejor postor, se transforman sus locales en miméticos y globalizados locales iguales a otros.
Al viajar por el centro de las grandes ciudades de Europa es complicado encontrar locales comerciales con sabor local, señales de identidad que nos indiquen que cada ciudad es un mundo.
Hay que ir buscándolos casi por recomendación. Pero en estos años parece que el sino es la liquidación.