Tras la dictadura de Franco llegaron los Ayuntamientos
democráticos y con ellos los nuevos tiempos en las ciudades y pueblos de todo
país, por ello resultó obligado en el año 1977 con el primer Ayuntamiento
democrático de Zaragoza tras 60 años, darle un giro a las Fiestas del Pilar y
sacar la fiesta a la calle.
Sobre todo cerrar las Fiestas de La Lonja, las Reinas de las
Fiestas y los saraos de los “importantes” para que los actos fueran de todos,
combinando más actos teatrales, conciertos, animación para niños, espectáculos
para adultos, festejos tradicionales como la Ofrenda de Flores y la Ofrenda de Frutos, corridas de toros, muestras de artesanía y
muchos otros eventos que convertirían a Zaragoza en una gran fiesta popular,
participativa diversa y colorista.
Las Asociaciones de Vecinos de Zaragoza tuvieron mucho que
decir y apoyar en estas reformas y trascurridos cinco años de aquel inicio
siguieron recordando el cambio con el cartel que dejo como recuerdo. Eran y son
unas nuevas Fiestas del Pilar pero sobre todo, eran unas fiestas “contra” las
fiestas oficialistas que hasta entonces se hacían para unos pocos.