Todas las ciudades necesitan sus locales de recuerdos. Son como el comercio turístico obsoleto que nunca cae. El lugar donde se vende lo que nunca se usa, donde logran convencer al turista que irse de la ciudad sin algo de lo que allí se vende es como NO viajar. Pequeñas cosas para que no molesten en el viaje y a precio bajo para que no molesten en el bolsillo.