El lío del transporte urbano en Zaragoza se complica hasta
lugares de exploración difícil. Ahora se mezclan a las huelgas, al mal
servicio, al conflicto y los despidos, una curiosa manera de financiarse por parte de le empresa Avanza en el mismo periodo en que accedió al contrato, crédito con 5 bancos (parece ser que 4 europeos y uno americano pero
ninguno español) de la empresa que se hizo con la contrata por 10 años del
transporte urbano de Zaragoza. No hay acuerdo en la cantidad que se dice solicitada
a los bancos, pues si algunos hablan de 365 millones otros apuntan a los 600
millones, pero eso si, en todos los casos poniendo de avales todo lo que tiene la empresa,
incluido como no, los pagos futuros que le hará el Ayuntamiento de Zaragoza por
su concesión de servicio.
Esto complica y mucho la solvencia entendida de la empresa,
la garantía de sus 40 millones de inversión en estos años, la de que se
podrá cumplir sin problemas el servicio de calidad solicitado para Zaragoza.
Hay un culpable. Sin duda. Ese contrato con unas cláusulas escasas que suponía unos 800 millones de facturación para una empresa concesionaria y
que posiblemente no contenía todas las clausulas posibles y necesarias para
garantizar la solvencia y el servicio a los zaragozanos.
¿Y ahora?
Pues ahora hay que hablar con mucha seriedad, no dejarse
engañar más y dar la cara los que firmaron el contrato, para explicar muy bien
por qué se dejaron engañar si es que lo fueron y que miedos hay ahora. Y
recordar todos que este contrato lo firmó el Equipo de Gobierno del
Ayuntamiento de Zaragoza, que para eso nuestra ciudad es considerada grande y
permite a Alcaldía ciertas posibilidades. No pasó por el Pleno y no fue votado
por los concejales.
Esta semana hay reunión de la empresa a máximo nivel con el
Ayuntamiento y en esa reunión se tendrán que aclarar muchas dudas y aclararlas
después a todos los ciudadanos. Si no es así, el problema se enquistará y se
complicará de muy malas maneras.