Es la postal nocturna de Zaragoza. El Pilar y el Ebro. Ahora además la noria. Es la silueta de una ciudad que debe aspirar a más. De una gran ciudad que no quiere ser una ciudad grande. Es el lugar más fotografiado de Zaragoza. Si supiéramos dar sentido turístico al Puente de Piedra redondearíamos la trasera de El Pilar.