El V Congreso Iberoamericano de Cultura celebrado en
Zaragoza nos indica un camino claro e importante que debemos seguir explorando
y practicando con enormes ganas de ser capaces.
Los resultados de estos tres días son muy claros. A los
valiosos contenidos expuestos hay que añadirle el valor como inversión y gasto
que ha quedado en Zaragoza pero sobre todo el valor intangible de momento que
como “marca” deja Zaragoza en España y en Iberoamérica. Nuestra ciudad ha salido
en todos los medios nacionales, sabemos que además los participantes han
valorado con excelente nota todo lo que rodea al Congreso y que la presencia de
personalidades de gran valor cultural han dignificado la ciudad y el trabajo
realizado.
La inauguración del CAT Centro de Arte y Tecnología ha
supuesto un punto de acompañamiento muy importante que ahora el Ayuntamiento de
Zaragoza debe poner en valor entre sus ciudadanos.
Todos los zaragozanos deben conocer qué es el CAT, deben
visitarlo y saborearlo. No debe ser en su principio un lugar escondido y
apagado, unos edificios para una élite cultural y tecnológica, pues su futuro
dependerá en mucho de que se entienda su trabajo y sobre todo se conozca y se
comparta.
Zaragoza está preparada para ser un ciudad puntera en
tecnología, arte e investigación. Depende de todos nosotros que no nos roben
nuestras posibilidades reales.
Y aprovechar los puentes tendidos con Iberoamérica, para
consolidad nuestra relación cultural, como zona de influencia imprescindible
para muchos aspectos de la vida en común. Zaragoza debería ser un complemento
perfecto en las relaciones entre Europa e Iberoamérica, pues nuestra posición geográfica
es idónea para trabajar más en los intercambios culturales y de investigación.