Somos seres humanos que vivimos entre los
territorios que elegimos, pero no parece importarnos contaminar y destrozar lo
que necesitamos para vivir, agua entre ello. Inquinosa contaminó en Aragón todo
lo que quiso, se denunció centenares de veces desde todos los medios posibles
pero nadie quiso tomar las medidas oportunas para evitar lo que ahora y durante
muchos años vamos a tener que soportar en Aragón.
Inquinosa se fue de Aragón, dejó la
mierda y se quedaron algunas de las personas que desde sus puestos responsables
nos avisaban y siguen avisando que no sucede nada. Pero lo curioso es que SI
sucede, la contaminación es muy importante, se detecto en ibones, en toda la
cuenca del río Gállego, en la leche de las vacas y en algunas verduras regadas
con aquellas aguas. Si este asunto lo publicitáramos desde Aragón como se debe,
tomándonos en serio esta barbaridad, Aragón perdería millones en su
contabilidad. Pero siempre hay voces que insisten en que lo mejor es estar
callados, para que ellos no salgan señalados con el dedo.
Pero todo esto sucede en Aragón y además
no en todo Aragón. No me imagino que se prohibiera beber agua por contaminación
de lindano en Jerez de la Frontera, en Sabadell, en Irún o en Zaragoza. Pero a
Marracos no lo conocen ni muchos aragoneses. Aunque van sumando personas que si son aragoneses aunque tengan poca voz. Biscarrues,
Marraco, Villanueva de Gállego, Ardisa, Santa Eulalia o Piedratajada. Todavía poca cosa
¿verdad? Pero en algunas zonas de estas se ha detectado casi siete veces más
del lindano que se considera máximo permitido.
Lo curioso es que desde la DGA se nos dice
que no es un problema de salud pública. Nos dicen que no se puede beber y eso
nos salva. Pero se admite que es un veneno. No es solo un problema de las
aguas, es un problema de gestión. Un vergonzoso problema de muchos años que Aragón
sufre simplemente por que es Aragón.