El poder de las sociedades radica en pocos elementos pero
muy importantes. Aragón dispone de poder financiero casi suficiente, pero en
cambio este misma autoridad escondida, controla el poder de los medios de
comunicación, lo que resta a la sociedad madura uno de los poderes para
contrarrestar el lógico juego de la democracia funcional.
Siempre los poderes financieros en todo el mundo pertenecen
a grupos conservadores y no dejan con facilidad que los medios de comunicación
vayan por libre. Aragón es un ejemplo. Pero curiosamente incluso ahora en que
es más fácil disponer de medios de comunicación digitales de calidad, en Aragón
no se están dando las condiciones para la creación de un medio progresista que
sea reconocido y respetado.
Reconocido y respetado por todos los aragoneses, incluidos el
resto de medios de comunicación. Cualquier medio digital sigue siendo caro,
necesita una inversión y un coste añadido en los primeros años de pérdidas,
para poder darle visibilidad y carácter. Y no hay medios económicos para esta
inversión. Curiosamente si que hay medios técnicos, incluso medios legales para
facilitarla, pero lo que no hay —aprovechando el título de una carrera popular
de estas semanas— PITERA.
Aragón necesitaría encontrar a 20 aragoneses que estuvieran
dispuestos a invertir (y perder posiblemente) 5.000 euros (o a 100 que
invirtieran 1.000 euros), más otras 200 personas que desearan apostar 500 euros
cada uno y otros 1.000 aragoneses que pudieran poner 100 euros para el nuevo
medio de comunicación digital. Se sumarían 300.000 euros, que pueden parecer
muchos o pocos, pero que permitirían crear una empresa con suficiente capital
social como para no tener que pedir créditos a nadie y demostrar que está
sujeta por un número de aragoneses más que suficiente. Es complicado, sin duda.
Pero no es imposible.
¿Para qué? Pues para trasmitir el nombre de Aragón entre los
aragoneses y entre las personas que deseen conocer más Aragón. Y promocionar
desde ópticas plurales pero progresistas la imagen, la marca de Aragón, de sus
productos e industrias, de su sociedad y necesidades, de su historia y cultura,
de su necesidad de estar unidos para ser más y mejores. No al estilo de ningún
vecino, sino a la forma muy aragonesa de las cooperativas, para lograr sumar y
defender.
Eso no es nuevo, se hizo en los año 70/80 y se llamaba
Andalán al que todavía hoy lo podemos seguir digitalmente, pero con la energía
que se puede lograr desde el coste muy bajo. Hay ejemplos actualmente en Aragón
donde fijarnos: AragónDigital o Radio Ebro y su Diario Aragonés. ¿Puede Aragón
disponer de audiencia para un modelo más? ¿Para un digital más progresista y aragonesista
todavía? Creo que si. Desde cero euros de inversión a 300.000 euros. El tamaño
lo ponen los inversores, como deberían poner la rasmia y las ganas.