Revolviendo entre cosas viejas me encontré esta vitola de
puros, una de esas cosas que se guardan nunca se sabe bien por qué. Es una
vitola conmemorativa de la Feria de Muestras de Zaragoza del año 1974, año con
el escudo del águila en donde se debían repartir puros a las gentes de alto
copete que acudían a la 34 Feria de Muestras de Zaragoza. Bien. Pero observando
el tamaño uno piensa que de contener puro de verdad, el tamaño de este debía ser
enorme. Lo que se conoce como “un pedazo puro”. Hoy no está bien visto regalar
puros, incluso es posible que ya no se regala nada, pero esta vitola zaragozana
me resultó curiosa.