Aceras de la calla Alcalde Caballero entre Picarral y Avenida Cataluña |
El Ayuntamiento de Zaragoza, que sabe de la vieja política
un huevo, ha decidido que para la primavera del 2015 —y como de cara a las
elecciones municipales no tiene qué inaugurar— una cosa a realizar sería
asfaltar las calles, tal y como le pedían desde innumerables asociaciones.
Ha sacado cuatro millones del cajón de la contabilidad y en
vez de hacer una obra importante para un solo Distrito ha pensado
inteligentemente que es mejor hacer 123 obras repartidas por todo Zaragoza,
asfaltando 123 calles. Lo que no aclara es que serán trozos de calles, apaños y
no grandes inversiones en asfalto importante. Son solo 4 millones.
Y para redondear la acción, nada como avisar de que estas
123 obras se harán en 8 meses, un asfalto cada dos días, para que lleguen justo
hasta mayo 2015. Listos sí son. Eso junto a media docena de obras pequeñas de “parecer
pero no hacer” son suficientes para intentar demostrar que se está trabajando
duro por la ciudad. Lo malo para el Ayuntamiento actual es que esto no cuela
entre la gente de la calle.
Que ellos, los vecinos, sean de los que se enteran de todo o
de los que parece que no se enteran de nada, ya están sobre aviso y saben lo
que falta y lo que sobra en Zaragoza. Pero el intento es guapo aunque del siglo
pasado.