El PSOE ya tiene a 17 ojeadores para rebuscar bien entre sus
militantes —o no— las personas que harán y completarán las listas electorales
de 2015. Pero de los 17 elegidos, ninguno es aragonés. Así que mal lo tenemos
siempre, pues Aragón pinta menos que Pichorras en Pastriz.
No es que Aragón no sea nada, es que los aragoneses no somos
nada. Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras, es por que queremos que así
sea. Y si es lo que deseamos; no hay que darle más vueltas. Nos conformamos con
lo que nos dan y sobre todo hay que asumir que nuestra meta es salir de Aragón.
Muchos de los que creen valer y quieren conquistar su futuro intentan salir, de
Aragón en vez de pelear desde dentro. Se asume por todos los demás y punto
pelota ¿no?
Podemos seguir siendo entrenadores de los lunes, ser unos
observadores de primera, pero siempre de los de detrás de la valla. Nunca de
los que dirigen la obra ni de los que intervienen picando. Es entretenido,
aunque luego en la inauguración de la obra nunca nos llamen. De hecho es que no
nos gustan los vinos de honor.