21.9.14

El extraño caso del Emperador Biel y el uso del tiempo como si fuera un chicle

El caso de José Ángel Biel, el político incombustible aragonés, pasará a la historia como el político democrático que era cesarista aunque lo intentaba disimular siempre que hablaba.

Los militantes del PAR tienen un aguante digno de ser estudiado en la Universidad de Zaragoza como una rara avis capaz de adaptarse a su entorno sin ser nunca vista. Aguantan que José Ángel Biel nunca convoque el Congreso que supondrá el recambio, la renuncia, por que él nunca ve el momento para ello. 

Como si el actual Presidente del PAR, fuera el que tiene la única llave del control de su partido. Este sistema se puede llamar de muchas maneras, pero nunca participativo o democrático interno.

Ahora Biel dice no se qué de los Presupuestos de Aragón, mezclando el PAR con la estabilidad presupuestaria de la DGA, para retrasar el abandono, el Congreso del PAR que sopondría la renovación. Pero además marca las ideas, las personas, los tiempos, los lugares, el calendario, los trámites, las formas, la unidad, la… ¡uf!

En el PAR o piensas como Biel o no eres del PAR aunque milites. Eso si, de momento no se la ha ocurrido la idea de borrarlos como aragoneses. Y como “padre” de todos los aragoneses nos avisa que tantos partidos en mayo 2015 traerán el caos, el hundimiento, el desgobierno. Lo que no ha dicho es si el PAR se presentará o no, para facilitar la gobernabilidad, que bien podría fusionarse en un abrazo con el PP, una vez que con el PSOE —el otro novio de otras bodas— parece este poco dado a dejarse llevar al altar con Biel de maestro de ceremonias.

Pero además dice Biel con sabiduría de político del viejo siglo: “El tiempo en el PAR me renovará a mi, a otros que lo han perdido y a otros que no lo han sabido utilizar”. Es decir, caído yo, caídos todos los que estaban conmigo. Vamos, como los emperadores chinos que mandaban enterrar vivos a toda su tropa, una vez que se morían. ¡Jodo!