Puestos a disfrutar por las calles de Zaragoza, nada como
pasear por el Casco Viejo o el Casco Histórico, e ir descubriendo las obras
artísticas que han ido dejando los jóvenes urbanitas del spray y el rodillo
para disfrute de los paseantes. Este gato tigre está que se sale dispuesto a
comernos en cuanto su mirada le deje de odiar. De hecho sus dientes ya los
enseña para meternos miedo. Si lo contemplas tomando un vermut casero con unas
gildas igual piensas que están en la India.