Las cien personas que ayer se reunieron en Asamblea de
Ganemos Zaragoza elaboraron un documento sobre el camino que ya han emprendido
para construir una nueva Zaragoza. Este documento al que denominan “Llamamiento”
buscando siempre nuevas palabras para nombrar lo obvio y así distanciarse del
resto de fuerzas políticas debería servir de base para la construcción de un
programa electoral y la formulación de unas primarias en donde elegir a
candidatos a la Alcaldía de Zaragoza.
Pero ayer había políticos conocidos entre los asistentes,
con el riesgo que eso lleva de que al final sean los que dirijan un trabajo que
muchos consideran totalmente novedoso. Como existe el riesgo de que el
asamblearismo puro dinamite en cualquier momento este tipo de trabajos. Si algo
falló en el 15M del que quieren beber, es precisamente la complejidad de llegar
a acuerdos en grupos de trabajo muy heterogéneos, donde se mezclan excesivas
diferencias que se desean plasmar en documentos.
La confluencia en documentos del resto de fuerzas políticas
de izquierda en Aragón es complicada pero no imposible. Hasta ahora se piden
nuevas formas a los partidos que ya existen y la dejación de gran parte de sus
propios programas e ideas. En algunos casos puede ser mucho más sencillo que en
otros, pero sin ser imposible nos debemos preguntar todos: ¿Es esto lo que
necesita Aragón, Zaragoza, en estos nuevos tiempos? Sobre todo por que al hilo
de la respuesta, podemos perder algo importante en el camino, que ya nadie
recuperaría nunca para Aragón y Zaragoza.