Desde Palma Activa, en la Madalena de Palma, rodeado de banderas de la Corona, de toponimia como calle del Temple, cerca de la judería y la morería de Palma. Atravesando calles como las de Call y Monte Sion, unas reflexiones sobre la actualidad política mallorquina y la utilidad que sus iniciativas pudieran tener para otra parte de la Corona, para nuestro regne aragonés.
Sin la potencia terciaria de ses Illes, artículo determinado de origen ampurdanés por motivos de repoblación, parece necesario estudiar el uso de la ecotasa turística que desde el Govern balear se está planteando. La ecotasa por pernocta no va a utilizarse para pagar nóminas ni sujetar y ampliar el estado del bienestar en Baleares. La sociedad balear, por consenso, previo debate en su Consell Consultiu, va a decidir su destino previa propuesta del Govern de varias alternativas como son las siguientes:
Incentivación del i+d turístico.
Formación de calidad para el sector de hostelería.
Potenciación del turismo rural, ecoturismo, de calidad.
Incentivación del pujante sector agroalimentario del aceite de oliva, viticultura y derivados del cerdo de calidad.
Potenciación de actividades y festivales que persigan la ruptura de la estacionalidad.
Mantenimiento de la red de ferrocarriles de cercanías de Mallorca como alternativa al transporte público por carretera.
Reconversión del parque hotelero en proceso de obsolescencia. Ello para paliar que en 2015 se han producido el menor número de licencias de obra desde los años 80.
Nuestro país Aragón también pudiera fijarla grabando levemente el sector de la nieve y de Congresos para su utilización en el sentido expuesto. Tenemos tanto patrimonio que mantener, tanta cultura que conservar, tanta gastronomía que potenciar -candidatura de Huesca a capital gastronómica del Estado- que bien pudiéramos dar destino y uso inteligente a dichos recursos. Desde una Palma con alas, cuya rehabilitación presenta una Niza o Génova mejorada, felices fiestas del Pilar.
13/10. Luis Iribarren.