30.10.15

25º aniversario de la Feria micológica de Ayerbe

El pasado fin de semana se han cumplido 25 años de este singular acontecimiento que cambia y dinamiza la vida de Ayerbe y la Galliguera en esta época, aparentemente sin acontecimientos ni alicientes en la montaña. Y digo aparentemente por ser el momento del año en que hay mayor ocupación en los alojamientos de turismo rural dados de alta o clandestinos en cuantos destinos de caza jalonan nuestro país. Y singularmente por su proximidad, los que se encuentran en la Sierra de Santo Domingo que proporciona unos 400 km2 continuos para el solaz y esparcimiento de nuestros vecinos, vascos y navarros fundamentalmente.

La cantidad de recursos y economía que genera en el territorio esta invasión no lo vamos a descubrir ahora. La cuestión es otra: simultáneamente, al mismo tiempo, esos mismos espacios reciben la visita a finales de octubre-noviembre en los solanos de los cazadores de setas, como los llama nuestra televisión.

Sirva esta reflexión para homenajear a Emilio Ubieto y su equipo que han puesto en el mapa de la micología española a Ayerbe. Así como a los organizadores de las jornadas micológicas de Jaca. Ambas dos, entre las mejores en todo el Estado español. Tuve la oportunidad de participar en las jornadas en dos ediciones, poniendo el acento en la diferente tradición micológica asiática, en que la ingesta de setas no se efectúa por razones organolépticas sino por su demostrada validez –juntamente con las algas- en el tratamiento de enfermedades que alteran la inmunidad corporal.

El extendido shitake, el maitake, son amargos, ácidos, terrosos y molestos al paladar. Pero sus árboles generadores, incluso se divinizan por la religión sintoísta. El shiitake proviene de un castaño, árbol shii, peculiar de zonas muy húmedas en el este de Asia. Y la seta reina es un extraño rebollón, que no es el matsutake —seta de pino— cuya ingesta en su forma más pura y apreciada se realizada delicadamente infusionado con zumo de limón juzu —una aberración para los amantes del boletus quitarle así la sustancia—. Es el segundo alimento más caro de Japón tras el “atún rojo toro” llevado directamente desde la almadraba de Barbate.

Un saludo y un abrazo enorme a los hermanos Ubieto, generadores de ilusión colectiva y desarrollo rural bien entendido.

30/10 Luis Iribarren.

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